domingo, 23 de junio de 2013

Ascensión al Pico Tres Concejos (2.014 m) desde Pendilla (1.340 m).

Distancia: Unos 14 km (incluyendo el paseo por el valle de Bustamores).
Duración: Unas 6 horas (incluyendo la de descanso).
Desnivel: Unos 800 m acumulados.
Dificultad: Media - baja. Hasta la llegada a la collada Propinde no  presenta una dificultad física notable, pero una vez abandonamos la pista no existe ninguna trocha ganadera ni nada que se le parezca, aunque no tiene pérdida... es subir hacia arriba intentando evitar en todo lo que se pueda las escobas y los brezos (esta es la principal dificultad de la actividad) y una vez que alcancemos la primera de las tres lomas que hay antes de la cumbre ya se observa perfectamente el objetivo, por lo que el tiempo que tardemos en llegar a la misma solo depende de las fuerzas que nos queden.
Mejor época del año para realizarla: Sin lugar a dudas la primavera, desde mi punto de vista siempre se trata de la mejor época para ir al monte, pero el valle de Bustamores en primavera y en un año tan lluvioso y con nieve como el que estamos teniendo es todo un espectáculo. Indicar también que en verano, debido a la escasez de arboleda será aconsejable ir bien provistos del correspondiente protector solar, ya que nos acompañará el sol durante toda la actividad, así como de bebida suficiente, ya que aunque no paramos de tener agua a nuestro alrededor no es menos cierto que no hay ninguna fuente de agua potable una vez que salgamos de Pendilla. En invierno es una actividad ideal para el uso del diverso material de invierno, (crampones, raquetas, y si la nieve está muy dura inclusive el piolet), así como la correspondiente ropa de abrigo.

En primer lugar y antes de pasar a describir la actividad pedir las enésimas disculpas por tardar tanto tiempo en subir una nueva entrada al blog, me comprometo a ser más constante en un futuro, y después de las correspondientes disculpas decir que ésta ruta la realizamos un servidor y Edu (El toro de Huelde) el pasado mes de abril, aprovechando una de las más maravillosas primaveras que hemos tenido en los últimos años...
Decidimos elegir como punto de partida el pueblo leonés de Pendilla de Arbás, ya que en primer lugar tendríamos que pasar por la Vía de la Carisa, de origen prehistórico y utilizada también por los romanos, tratándose del primitivo paso entre la meseta y Asturias que cruza la raya divisoria por el collado de Propinde. Indicar que se trata de una zona en la que quedan restos de castros romanos, como el de ´Chagüezos". La parte de la vía de la Carisa que nosotros haremos son tres kilómetros de suave ascensión desde Pendilla, con un trazado en doble zeta, hasta alcanzar la Collada de Propinde.

Pero no adelantemos acontecimientos y volvamos al inicio, el objetivo principal era el ascenso al Pico Tres Concejos (2.014 m), que separa el Municipio leonés de Villamanín con los Concejos asturianos de Lena y Aller, pero para ser sinceros nuestro objetivo inicial era realizar todo el cordal que une éste Pico y tras pasar por la Collada Mortera (1.920 m) dirigirnos hacia  el  Camparón (2.050 m) y seguir hacia la Collada Morterúa (1.950 m) para ascender el Pico Robequeras (2.110 m) y una vez en su cumbre descender hacia el valle de Bustamores para volver a Pendilla, pero las inclemencias climatológicas (vientos permanentes con rachas superiores a los 100 km/h) nos hicieron reflexionar y tener que conformarnos con subir el Tres Concejos y dejar el cordal para futuras rutas por la zona.
Pendilla de Arbás y río Las Vegas (León).
El comienzo de la primavera estaba siendo brutal y los pocos calores de los días previos habían hecho que las nieves de las montañas iniciasen su deshielo a marchas forzadas...

Arroyo Las Vegas.

Puente que cruza sobre el Arroyo Fornillos.
 Empezábamos a calentar un poco las piernas cuando a la altura de ésta majada de vacas empezamos a ver el que creíamos nuestro primer objetivo del día y que al final fue el único que alcanzamos.
 
 
Esta reguera cruzaba el camino por el que circulábamos camino de la collada Propinde... 
 
 
 Los primeros kilómetros de la ruta se realizan sin apenas ganar mucha altura por el fondo del valle de Bustamores, pero con unas vistas espectaculares.
 
Valle de Bustamores Tres Concejos y Camparón.
 Pero poco a poco comenzamos a tener mucho más desnivel y comenzamos a tener a nuestros pies todo el valle, disfrutando cada vez más de la primavera recién estrenada por aquellas fechas.
 
Multitud de regatos llegan al valle.
 Me impresionó sobre manera como de cualquier parte salía un manantial llenando de vida el entorno que nos rodeaba... 
 
 
 Llegando a la segunda zeta de la pista las vistas del Robequeras (2.110 m) eran impresionantes, y la cantidad de nieve acumulada nos hacía prever que no sería nada sencillo poder alcanzar la cumbre.
 
Al fondo del valle de Bustamores guardián el Pico Robequeras (2.110 m).
 Seguíamos viendo neveros y agua por doquier...
 
 
 Y por fin alcanzamos la collada Propinde (1.583 m) donde poníamos fin a la parte de la ascensión que transitábamos por la Vía Romana de la Carisa, y también poníamos fin a la parte "suave" de la ascensión...
 
Vía Romana de la Carisa.
 A partir de ahora no vimos ninguna trocha, ni camino, ni senda, ni nada que se le parezca, por lo que comenzaríamos la ascensión al Pico Tres Concejos como se suele decir "a puro huevo"...
 
Sierra de Aramo (Asturias) comenzando a subir el Tres Concejos.
En algún que otro blog he leído que la mejor forma de subir el pico es siguiendo el vallado que separa la provincia de León con el Principado de Asturias... debía de ser que cuando éstas personas subieron al pico el brezal estaba bien bajo, porque lo que es ahora es imposible, inclusive llegaban a tapar las estacas de madera de más de un metro que separan la linde, así que, como bien he dicho anteriormente, hay que intentar pasar esta primera parte (la más pestosa de la ruta), por donde mejor se pueda...   
Peña Rueda (2.155 m).
A partir de aquí nos dimos cuenta de que no sería posible poder hacer el cordal completo como teníamos previsto, y la principal causa fue el fuerte vendaval que comenzamos a sentir más o menos a los 1.700 metros de altura... rachas constantes superiores a los 80 km/h, alcanzando más de una vez valores superiores a los 100 km/h... casi no nos dejaba la intensidad del mismo avanzar, inclusive no nos dejaba escucharnos lo que decíamos estando uno al lado del otro, nos costaba respirar por el fortísimo viento de cara... en esas condiciones bastante fue que consiguiésemos llegar a la cumbre. 
 
Pico Cellón (2.029 m).
 Destacar la gran diferencia entre el manto blanco que cubría la vertiente leonesa y la escasa cantidad de nieve (salvo en las cumbres) que podíamos observar hacia el lado asturiano...
 
Pajares y Campomanes destacan en la vertiente asturiana.
A medida que íbamos ganando altura el viento se hacía más fuerte pero la belleza del entorno iba aumentando en la misma proporción... 
  
Sector de Peña Ubiña.
 Comenzábamos a observar el Tres Concejos más de cerca...
 
Alcanzando la primera loma...
 Dejando por detrás ya el brezo y encontrándonos por delante ya con nuestro objetivo del día...
 
Nieve barrida hacia la vertiente leonesa camino del Tres Concejos.
 De la misma manera que se iba despejando el día el viento iba arreciando, haciéndose insufrible el simple acto de sacar la cámara para hacer las fotos, pero de verdad que viendo las mismas ahora me doy cuenta de que mereció la pena...
 
Las Ubiñas...
 Ya va quedando menos para alcanzar la cumbre... en la siguiente foto podemos ver a Edu en pleno esfuerzo contra las inclemencias y la propia montaña en sí...
 
Edu ascendiendo....
 Hasta que por fin conseguimos alcanzar nuestro objetivo principal del día, el Pico Tres Concejos (2.014 m), en el cual no pudimos estar por los motivos reseñados anteriormente mucho tiempo pero que sí que nos dejó hacer las fotos de rigor y ver qué es lo que se puede observar desde la cumbre de la misma...
Vertiente leonesa, a la izquierda el Robequeras (2.110 m).
 
Hacia el Norte la zona del Retriñón, y al fondo los Picos de Europa... 
 
Vertiente Asturiana.
 Al Este la vertiente leonesa con el Camparón, Robequeras y en medio el Estorbín de Valverde... 
 
Vertiente leonesa...
Y como no... las correspondientes fotos de cima al lado de la cruz existente en la misma... 
  
Edu luchando contra los elementos en la cumbre...
 
Y un servidor intentando mantener la verticalidad...
Imposible simplemente el intento de comer allí, por lo que tras hacer las fotos pusimos pies en Polvorosa e iniciamos el descenso de la cumbre hacia lugares más a resguardo para poder disfrutar del merecido bocadillo... 
  
Iniciando el descenso...
 Una pena no poder haber realizado el cordal completo, porque las vistas que disfrutamos durante el descenso eran brutales...
  
Pico Celleros, Pico la Pájara...
Al final pudimos parar a comer en el lateral derecho de la ladera de descenso, donde la intensidad del viento bajaba un poco (tampoco es que fuese demasiado) y con unas vistas espectaculares hacia Asturias, en primer término la localidad de Pajares...  
 
 
También teníamos una amplia visión de gran parte de la Vía Romana de la Clarisa que no anduvimos así como del Curriechos (1.728 m) donde se encuentran los restos de los castros romanos de la Carisa, tratándose de la fortificación romana a más altura de las situadas en Asturias.
  
A la izquierda el Curriechos, en cuya cima se encuentran los restos de los castros romanos.
Pero aunque estábamos disfrutando de las vistas el frío y el viento no nos permitieron estar allí más que el tiempo indispensable para disfrutar del bocata de turno, así que una vez terminado el mismo continuamos con nuestro descenso por la cresta.
 
Cordal pendiente y valle de Bustamores.
 Y una imagen vale más que mil palabras... a pesar de todo estábamos disfrutando bastante de la actividad que estábamos realizando, y planificando como realizar el cordal completo tal vez en verano cuando la climatología fuese más benigna.
 
Eduardo poniendo al mal tiempo buena cara.
 Y por fin volvimos a la senda principal donde la velocidad del viento volvía a descender exponencialmente y ello permitió que alargásemos la actividad y decidiésemos adentrarnos en el valle de Bustamores a la vera del río Las Vegas para disfrutar de la primavera recién estrenada.
 
Celleros, Pájara y Valle de Bustamores.
 Con el aumento de las temperaturas aumentaba también el deshielo provocando que los regatos que a la ida eran meros goteos ahora parecían brotar con fuerza de entre las rocas...
  
 
Disfrutando de las montañas, ríos y vegetación diversa y tras un breve descenso llegamos al valle, por donde alargamos un poco la actividad y decidimos adentrarnos por el mismo en busca de descubrir uno de los valles más bonitos de la zona de Arbás. 
Río Las Vegas, al fondo el Tres Concejos.
Nos quedamos encandilados por el valle...
 
Río Las Vegas.
Disfrutando de la primavera recién estrenada...
 
Valle de Bustamores, al fondo la Pájara y el Celleros.
Siempre he dicho que la primavera es la estación del año más bonita, y con fotos como las que vienen a continuación queda demostrado porqué pienso así, gran amalgama de colores, se mezclan, blancos de la nieve, verde de los pastos y los árboles, azul del cielo... en definitiva, vuelve la vida...
 


 
Cascada en Las Vegas.
Pero desgraciadamente los días en abril siguen sin ser muy largos y tuvimos que abandonar el valle y dirigirnos hacia Pendilla de Arbás para poner fin a nuestra actividad...
 
  
 Concluyendo la misma tras poco más de 6 horas incluyendo la de descanso y con la firme convicción de que no tardaríamos en completar el cordal que por las inclemencias meteorológicas no pudimos realizar, lo bueno que tiene la montaña es que siempre te deja una segunda oportunidad.
 
Pendilla de Arbás.
En definitiva, una ruta muy completa, y mucho más si se puede hacer la circular, con grandes cumbres con unas vistas en todos los sentidos espectaculares y  apta para cualquier montañero con un mínimo de preparación física. Ahora que acabamos de iniciar el verano la recomiendo al cien por cien, porque descubrirán un valle de los pocos que hay tanto en León como en Asturias.
 
Para finalizar no lo quiero hacer sin antes pedir disculpas por la tardanza a la hora de subir entradas, mis obligaciones laborales y los fines de semana por las montañas no me dejan mucho tiempo libre para hacerlo, prometo ser a partir de ahora mucho más puntual e intentar subir una entrada al menos cada mes, ya que es tanto el material que me queda por subir que no tiene porqué dormir el sueño de los justos y si con ello consigo que unos montañeros realicen alguna de las actividades descritas ya con eso el sentido que tuve a la hora de crear el blog quedará una vez más justificado.
 
Un saludo a todos/as... 
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